Publicado en : Diario “El Nacionalista” 13 de Enero de 1.997
EL EMIGRANTE
Por Rosa Italia Cordero, Especialista en Orientación
Desde mi infancia asocié el término emigrante con personas decididas, emprendedoras, valientes, aptas y de espíritu noble. Con el recorrer del tiempo y en las experiencias vividas, conocí a DON ANGELO DONNARUMMA BOSCO, emigrante de origen italiano, persona en la que puede ampliar la condición imaginaria del pensamiento infantil.
Este emigrante nacido en tierras lejanas, llegó a Venezuela muy joven y se estableció en San Juan de los Morros, Estado Guárico, donde unido a su esposa Doña Evelia y sus tres hijos, han sido modelo de familia y padres dignos de imitar.
La grandeza de este hombre está en su capacidad e inteligencia para enseñar sobre todo a través del ejemplo, para la diaria convivencia. En la escuela llamada “Mueblería La Rápida” se enseña y aprende acerca de las relaciones humanas, la comunicación, la amistad, la cooperación, dar y recibir, y el amor por el trabajo con dedicación y constancia.
En esta escuela permanecí durante siete años de fructífero trabajo y aprendizaje para la vida, en compañía de otras personas que recuerdo con cariño y admiración. A Don Félix por su paciencia, a Don Pepe viejo lleno de sabiduría, Carmen, Gloria, Joel, Nelly, Marlen y Ana Isabel. Porque de ellos también aprendí . Hoy evocando el ayer y a cada uno de ellos, puedo valorar una de las mayores acciones humanas de este emigrante, la de tener entre sus trabajadores y alumnos a Gonzalo, un muchacho con necesidades especiales ayudándolo a ser útil mediante el trabajo.
En esta escuela el aprendizaje se enriqueció aún mas porque este emigrante aliado con otros hombres venezolanos, apoyó con fuerza la idea de crear para San Juan de los Morros, ciudad que hizo suya, nuestra máxima casa de estudios: La Universidad “Rómulo Gallegos” idea amplia y pereceda como el pensamiento del poeta.
Para Don Angelo el binomio estudio-trabajo significa crecimiento y progreso, por eso son innumerables los estudiantes Guariqueños que han recibido su ayuda.
Pareciera que este hombre cuando decidió salir de su patria natal, depositó primero su mirada en el cielo infinito y prometió a Dios, antes de partir, que en el suelo donde se estableciera dejaría marcada su huella.
Siempre me he preguntado: ¿Por qué mantenemos en silencio las virtudes de los hombres? ¿Por qué nos satisface mas hablar de sus defectos o debilidades que de sus fortalezas? ¿Por qué hablamos de fe, si no practicamos las buenas acciones?. Entonces, escribí este RECONOCIMIENTO con profundo respeto a Don Angelo, el emigrante, el hacedor de “Caminos y horizontes”.
Diario El Nacionalista 13 de Julio de 1.998
DON ANGELO DONNARUMMA, EL EMIGRANTE
MAESTRO DE GENERACIONES
Por Rosa Italia Cordero
En el mes de mayo de este año, con motivo de la juramentación de la directiva de la Fundación Amigos del Liceo “Juan Germán Roscio, escuché con profunda atención el discurso que pronunció Don Angelo Donnarumma Bosco. Este discurso no solo lo escuche, sino que también lo leí porque él como un gentil gesto me lo obsequió.
De allí nace la idea de escribir este artículo que se nutre del contacto con mis alumnos, vidas que han tocado la mía, porque estudié en el Liceo Roscio y porque durante mucho tiempo trabajé en Mueblería “La Rápida”, escuela donde aprendí al lado del Maestro de Generaciones, a valorar el trabajo hecho con fe y constancia.
Considero que Don Angelo expresó muchas frases que encierran ideas pedagógicas. Aparecerán entre comillas, signo ortográfico usado al citarlas.
Con evidente realidad se entiende que sus mensajes son estimulantes y optimistas, que interpretados desde una visión pedagógica futurista recobran vida y poesía, porque conducen al leerlos hacia la búsqueda y el descubrimiento de nuevos horizontes en una provechosa existencia donde nuestros alumnos son protagonistas del presente y de la nueva era.
En la afirmación “Es procero y eminente todo aquel que construye la patria, así lo haga calladamente como lo hace el que tiene sentido de responsabilidad ante su propia conciencia”, está implícito el ser del docente que en este tiempo de transformaciones combatiendo con palabras fortalecedoras al desaliento de sus alumnos, se convierte en constructor y no es segador de sus vidas, y juntos de la mano buscan elevados estados de conciencia, porque sin ella el hombre se debilita y la nación pierde el más preciado de sus recursos: su gente.
En las expresiones “ estas aulas y estos pasillos acogieron también las risas sonoras y las voces alegres de muchos jóvenes llenos de ímpetus juveniles, llenos de sueños y de vida, que han dado brillo y colmado de orgullo el gentilicio rosciano”, se recogen lecciones que ayudan a comprender la importancia del afecto en la educación del hombre, que la labor del maestro que enseña debe estar abrazada a la idea de que el individuo es quien aprende, puesto que las vivencias de los alumnos son enseñanzas explicativas del complejo proceso de desarrollo del ser humano, y el educador debe comprender, aceptar y valorar al educando como persona para hacerlo feliz y compartir su felicidad.
El gesto de ayudar a los alumnos que como todo ser humano siente la necesidad de reconocimiento y tienen hambre de caricias, se manifiesta cuando en su discurso, Don Angelo, expresó que “ He venido apoyando y estimulando durante mas de treinta años el mejor rendimiento académico , no solo con el apoyo económico, sino con el estímulo moral y espiritual”.
Pienso que DON ANGELO, EL EMIGRANTE, es un maestro formado en la universidad de la vida, con visión de futuro, porque enseña en y para la vida.
Aliado con otros hombres venezolanos y guariqueños, se aferraron a la idea de crear para San Juan de los Morros, ciudad que hizo suya, nuestra máxima casa de estudios: La Universidad “Rómulo Gallegos”, idea que fructificó y se hizo imperecedera en el tiempo.
Este artículo es un RECONOCIMIENTO, con profundo respeto a DON ANGELO, EL EMIGRANTE: MAESTRO DE GENERACIONES, hacedor de caminos y horizontes.
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